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sábado, 30 de septiembre de 2017

Una terapeuta musical


Susana Fernández es de esas alumnas que cuando has tenido en clase ya nunca te olvidas de ella. Alegre, simpática, colaboradora, preocupada por el bienestar del prójimo y con un sentido innato del ritmo, pronto se unió al grupo de baile que teníamos entonces en el colegio. A partir de ahí comenzó una amistad que se mantiene a través de los años, aunque hayamos pasado largas temporadas sin vernos.

Susana es Musicoterapeuta, y ¿esto que es exactamente? Nadie mejor que ella para contárnoslo y hablarnos de su proyecto vital: unir la Música y la Terapia Ocupacional, su elección a la hora de elegir carrera universitaria.


Siempre que me preguntan qué es la Musicoterapia doy un suspiro, sonrío y recuerdo la voz de mi padre diciendo “Hija, ¿cuándo estudiarás algo que no tenga que explicar a mis amigos qué es?”


Para empezar me voy a presentar: mi nombre es Susana y estudié en los Maristas de Chamberí, desde 4º de primaria con el H. Miguel Ángel y su grupo de senderismo Har Kadosh, hasta 2º de Bachillerato con Carmen Canga de apoyo logístico y bailarín.

Terminé el bachillerato y elegí hacer la primera de las carreras en las que tenía que suspirar y explicar qué es lo que era. Elegí Terapia Ocupacional.

En primero de Terapia Ocupacional terminé el conservatorio profesional de Flauta Travesera. Por lo que durante mis estudios de Terapia Ocupacional siempre tenía la mirada puesta en cómo aplicar mis dos grandes pasiones la Música y la Terapia Ocupacional.

Para los que no lo sepan la Terapia Ocupacional según la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WFOT) es una profesión que se ocupa de la promoción de la Salud y el Bienestar a través de la Ocupación. El principal objetivo de la terapia ocupacional es capacitar a las personas para participar en las actividades de la vida diaria.

En Terapia Ocupacional trabajamos en todos los ámbitos y edades de la vida, es por esto que cuando acabo la carrera decido hacer prácticas en una residencia de ancianos.

En esta residencia hacíamos actividades propias de la Terapia Ocupacional tales como estimulación cognitiva, psicomotricidad, estimulación funcional, indicación de productos de apoyo para que los usuarios pudieran ser lo más autónomos posibles, etc.

Pero un viernes, me dije….voy a llevarme la flauta y a ver qué pasa. Allí había un usuario con un grado muy avanzado de Alzheimer, a nivel motórico podía caminar, pero se le había olvidado cómo hacerlo.

Esa tarde, como casi todas las tardes su mujer estaba allí, yo con mi flauta me puse a tocar pasodobles, a ver si con estas canciones de su época trabajaba la reminiscencia con ellos y pasaba algo.

Comencé a tocar y este usuario empezó a intentar levantarse. Con ayuda del personal de la residencia y de su mujer se levantó, se agarró a su mujer y comenzó a bailar el pasodoble. Cuando terminé de tocar, este usuario se sentó en su silla y sonrió.

Si me preguntan por qué hago lo que hago y estudié musicoterapia, siempre cuento esta anécdota. Vi y creí.

Así que me matriculé en la UAM (Universidad Autónoma de Madrid) para estudiar el título propio de Musicoterapia Avanzada y Aplicaciones. Y dos años después ya había podido unir mis dos pasiones.

¿Qué es la Musicoterapia entonces?, preguntaréis:

En 1997 la American Music Therapy Association, publicó la siguiente definición de musicoterapia:

“La Musicoterapia es la utilización de la música para conseguir objetivos terapéuticos: la restauración, mantenimiento y mejora de la salud mental y física. Es la aplicación sistemática de la música, dirigida por un musicoterapeuta, en un contexto terapéutico a fin de facilitar cambios en la conducta…”

Muchas veces me toca lidiar con gente que piensa que por poner unos cascos con música de pasodobles a personas mayores ya está haciendo musicoterapia. ¡No!, la Musicoterapia es mucho más y lo más importante de ella es que la música se hace en directo ya que así se pueden ir modificando las armonías, las tonalidades, la intensidad, se puede cantar a la vez o tararear, se pueden hacer ritmos, se pueden hacer muchas cosas que en la música grabada no.

Entonces: ¿POR QUÉ USAMOS LA MÚSICA?

- Es un modo de expresión universal (ISO Cultural).
- Tiene el poder de penetrar la mente y el cuerpo en toda condición.
- Estimula los sentidos, evoca sentimientos y emociones, así como facilita respuestas fisiológicas y mentales, sin tener que utilizar el lenguaje verbal.
- Su estructura y naturaleza intrínseca tiene la capacidad de autoorganizarnos interiormente y organizar el grupo.
- Tiene influencias extramusicales y aumenta la consciencia de uno mismo, de los demás y del entorno.
- Energetiza el cuerpo y la mente.
- Es un tratamiento no invasivo ni doloroso, con resultados sorprendentes.

Comencé a realizar sesiones de musicoterapia en los centros de día donde estaba de Terapeuta Ocupacional y poco a poco me fui adentrando en el ámbito de la pediatría.

Seguí haciendo cursos de esos que mi padre señala como los que tiene explicar y me especialicé en: quiromasaje, pediatría, integración sensorial y autismo.

Actualmente trabajo como Musicoterapeuta en la estimulación de bebés sin discapacidad, con niños y adultos con parálisis cerebral y con niños con autismo.






Este verano decidí hacer realidad uno de mis sueños, irme de cooperante a Nicaragua en un proyecto que se llamaba Vacaciones Artísticas Solidarias. Allí dimos clases de música en Managua y Granada en proyectos para poder acercar a un ocio saludable a los “chavalos” de allá.


Tuve la suerte de poder realizar talleres de musicoterapia para los profesionales de allí, así como musicoterapia con los padres de los niños del proyecto.

Finalizamos las Vacaciones Artísticas Solidarias con un macro concierto cantando la canción de Antonio Flores de “No Dudaría”, una gran oda a la No Violencia, en un lugar donde la Violencia está presente, pero más presente están las ganas de salir adelante y vivir la vida.


Este es un breve resumen de qué es lo que ha pasado en estos 14 años que hace que salí de los Maristas.

Gracias Carmen, por animarme a hacer esta reminiscencia de mi pasado, esta visita al presente y esta mirada al futuro. Leer más...

domingo, 2 de julio de 2017

Curso 2016-17


Este curso 2016-17 ha llegado a su fín. 

Cada curso es nuevo, presenta nuevos retos, nuevas experiencias, nuevas actividades, nuevas alegrías en cada uno de los niveles en que doy clase.

Sin embargo, en este momento quisiera tener un recuerdo especial para mis alumnos de 2º Bachillerato, que se van del colegio para empezar una etapa nueva. 

Seguro que en algún momento volveréis al colegio a recordar viejos tiempos y preguntaréis ¿Qué tal son ahora los alumnos? Y sin apenas esperar a que yo empiece a responder, enseguida diréis "Ya...pero como nuestra promoción, ninguna!!!! 

Eso es lo que os quedará al final, un buen recuerdo y una sensación de "fuimos una gran clase!!!"

Y efectivamente, superamos todas las pruebas. No ha sido un año fácil, la incertidumbre sobre la prueba de acceso a la universidad, finalmente EvaU, nos ha tenido en vilo, sin saber nada de cómo se iba a desarrollar hasta después de Semana Santa. 

Los profesores hemos mantenido la calma, confiando en nuestra experiencia y nuestro intuición, pero para vosotros, los alumnos, ha sido más complicado no perder los nervios en determinados momentos.




A pesar de ello hemos tenido buenos momentos, vivencias que estoy segura recordaréis toda la vida.






El viaje a Segovia a principio de curso, donde los alumnos nuevos pudieron integrarse y conocer un poco a sus compañeros. 









El día de los claveles que llenó la clase de color, compañerismo y alegría.









La despedida a Silvia, futura profesora a la que espero que hayamos animado en su decisión de dedicarse a esta profesión. 








El acto académico, organizado este año por Raimundo, que nos hizo vivir momentos de bromas y risas, y comprobar que profesores y alumnos podemos trabajar juntos mas allá de las aulas.









Hasta llegar a la temida EvaU...que al final no fue tan temida, ya que la mayoría de los alumnos salían de los exámenes diciendo "pues ha sido bastante fácil...."


Claro, pensaba yo mientras escuchaba las explicaciones de varios a la vez, cuando uno se prepara y trabaja con constancia, cuando hace caso a los profesores y cuando sigue el camino que, con nuestra experiencia os marcamos, generalmente la prueba final suele resultar bastante fácil...

Ahora solo hace falta descansar este verano y esperar a saber en qué Grado Universitario os han admitido. 

Y ahí si voy a pediros un favor pensando ya en los alumnos del próximo curso. Contestad a esta pequeña encuesta: la carrera en la que habéis entrado, si era vuestra primera opción,la segunda, la tercera.... Y por supuesto, cualquier otra experiencia que creáis sea de ayuda para vuestros compañeros más pequeños.

Nombre:
Carrera/Grado:
Universidad:
¿Era tu primera opción? (Si/No):
En caso negativo indica el número de opción:


Feliz verano!!!!







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lunes, 15 de mayo de 2017

De Chamberí a la Facultad de Medicina (UCM)

Alejandro del Río, aquel chico siempre risueño, siempre de broma, siempre con una gran sonrisa...y en ocasiones algo preocupado por si su media le iba a dar para estudiar medicina, ha vuelto al colegio. De profesor, con su padre, nuestro admirado y querido Dr. del Río. Juntos dieron una gran clase de primeros auxilios a los alumnos de Cultura Científica de 1º Bachillerato. Creo que una clase así debería ser obligatoria en todos los colegios y para todos los itinerarios. Tener conocimientos para saber lo que hay que hacer en un momento de peligro, hasta incluso poder llegar a salvar una vida, debería formar parte de la cultura de todos los alumnos.

Cuando vi allí a Alejandro, dando esa importante clase con tanta soltura y conocimiento, me sentí muy orgullosa de él. Y como se que es un chico que tiene muchos amigos, y una aptitud especial para la comunicación y las relaciones sociales, le pedí que escribiera su experiencia al entrar en Medicina. Esa facultad que es el sueño de muchos de vosotros y por el que luchamos juntos con ahínco, poniendo como objetivo conseguir los conocimientos que os permitan alcanzar la alta media que se pide para entrar en esta carrera.



De Chamberí a la universidad por Alejandro del Río

Desde primero de bachillerato uno empieza a tener ganas de terminar el colegio y empezar la universidad.  Es un paso que te llama mucho la atención, y algo que quieres que llegue. Quieres cambiar de aires, de gente, de profesores, de temario… Pero una vez llegado e instalado en tu nueva vida, hay muchos momentos en los que echas de menos tu antigua rutina.


Yo, personalmente, considero que la carrera y la vida universitaria es una de las mejores épocas de la vida. Pero echando la vista atrás, también he de agradecer las bases con las que aterricé en esta nueva etapa. Desde el punto de vista académico, y para la carrera que estoy estudiando, creo que mis compañeros y yo recibimos una educación que nos permitió abrirnos las puertas. 
En aquel momento, pensé que ciertos profesores y ciertos exámenes eran demasiado rígidos y que no era necesario exigir tanto, pero a día de hoy, me doy cuenta de que gracias a ello he conseguido un ritmo de estudio que me permite llevar bien la carrera y no se me hace duro llevar una rutina de estudio diaria. Creo que merece más la pena escuchar a los profesores de lo que pensamos en esos últimos cursos, y ahora, tres años después, uno se sigue acordando de ciertos consejos y ciertas formas de estudio que nos inculcaron y que sigues aplicando, porque sigues encontrándolos útiles. 
Lo que más agradezco desde mi punto de vista, es el hecho de haber aprendido a trabajar solo, buscarme yo la manera de conseguir el objetivo, y ser yo quien me abra las puertas, sin que me den las cosas regaladas.

Hablando de lo personal, pasado el tiempo uno recuerda el ambiente de confianza con los profesores. No con todos, porque como es normal uno encuentra sus más y sus menos, pero sí que es cierto que hay momentos en los que echas de menos un profesor que actúe de manera cercana, y te ayude a enfocar la asignatura, y que se comporte como un orientador. En la universidad, como también es normal, es mucho más complicado encontrar alguien así. Agradezco que ciertos profesores se hayan comportado no solo como tal, sino también como tutores, “olvidando” momentáneamente el rol de maestro y buscando con interés la manera de ayudar al alumno. No es fácil encontrar colegios en los que haya profesores que se lleguen a involucrar de manera real con los alumnos.

No puedo olvidarme de los compañeros y amigos de clase. Muchas veces desearías que tan solo por un día, volvieras a segundo de bachillerato, ir a clase con los compañeros y profesores de siempre, y vivir un día de colegio normal. Yo llevo en el colegio desde los tres años, y allí siempre encontré un ambiente para de una manera fácil encontrar gente afín a ti y poder entablar una buena amistad. Eso es algo que no se suele mencionar, pero también es importante. Cuando uno empieza la universidad, llega nuevo, a veces se encuentra algo descolocado, y desde mi punto de vista, es fundamental tener unos amigos en los que apoyarse, con quien contar. Y por ello también recuerdo con cariño al colegio, dado que las mayores y más fuertes amistades que conservo a día de hoy, empezaron todas, o casi todas en el colegio Chamberí.

Considero por tanto, que las bases personales y académicas con las que salí del colegio son excelentes, y me han ayudado mucho más de lo que creo, o creí en su momento, a conseguir mis objetivos, como por ejemplo fue estudiar medicina en la UCM.

Medicina es una carrera que como todos saben, no es fácil. Requiere sacrificio, estar muchas horas delante de un libro, hacer muchas prácticas… Pero tampoco se deja de vivir la vida universitaria. A pesar de todo lo que hay que trabajar, los alumnos de medicina salimos y también sabemos disfrutar de nuestro tiempo libre. En la Complutense la preparación que uno recibe es excelente. Es una facultad en la que el nivel de exigencia es muy alto, pero no es para nada imposible. Es una carrera en la que si se estudia, se aprueba.
Lo que más me gusta a mí de la universidad en la que estoy son las prácticas. Las prácticas están muy bien planteadas en los primeros dos cursos, y a partir del tercer curso, un alumno ya empieza a tener contacto con pacientes reales en el hospital y empieza a poner en práctica todo lo que va aprendiendo. Todas las prácticas que vas haciendo van acorde con el temario que estas estudiando en el momento, lo cual te ayuda mucho a la hora de estudiar y encontrar motivación para ello.


En definitiva creo que el colegio Chamberí ha sido una gran ayuda para formarme como persona y como estudiante. Creo que en el momento no nos damos cuenta, pero más tarde piensas que deberías haber hecho más caso y prestado más atención a lo que decían los pofesores.
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martes, 14 de febrero de 2017

Entrada en la Universidad: Sombras y Luces


La entrada en la Universidad es un tema que a menudo sale en las conversaciones con los alumnos. Algunos, casi la mayoría, opinan que allí todo será distinto. Aún sintiendo un cierto temor al futuro, tienen la idea de que, en el momento que "entren" en un grado elegido por ellos, ocurrirá un hechizo y todo cambiará; de pronto serán conscientes de que el aprendizaje necesita esfuerzo y constancia, de manera que se dedicarán a ello con empeño y no tendrán mayor dificultad en conseguir sus objetivos.

Llevo algún tiempo queriendo publicar  la opinión del algún biochamberilero que ya ha dado este paso, que ya está en la universidad, ¿que diría si pudiera mantener una conversación con su "yo" de hace unos años, cuando aún estaba en el colegio? ¿qué diría a los compañeros que aún están en el colegio preparándose para dar el salto a la universidad?

Carmen y Jorge en la Facultad de Biológicas de la UCM
Carmen Delgado entró en la universidad en el 2014. Una biochamberilera inteligente, no demasiado trabajadora en sus años de colegio, con un carácter noble, una visión de la vida peculiar y un modo de expresarse franco y natural, ha aceptado la petición que le hice ¿podrías escribir tus impresiones sobre la universidad? ¿que te dirías si pudieras mantener una conversación con tu "yo" de hace unos años, cuando aún estabas en el colegio? ¿qué dirías a los compañeros que están preparándose para dar el salto a la universidad?

Y he aquí su respuesta:

La entrada a la Universidad será un cambio importante en vuestras vidas, eso tenedlo claro. Es un cambio en el cual te pueden pasar dos cosas, y ambas la he visto: 

a) Que te den una bofetada metafórica en la cara.
b) Que te vaya bien y te abra un mundo de posibilidades.

En mi caso, debo decir que he tenido la suerte, al menos de momento, de haber pertenecido al caso b). Debo deciros que no todos son tan afortunados. La Universidad es un cambio brusco, no sólo por que ya eres "libre" (más quisierais), conoces a muchos nuevos amigos y estudias lo que te gusta. La Universidad os va a ayudar a crecer, a conoceros más a vosotros mismos, a mejorar, al fin y al cabo. Precisamente por esa "libertad" nombrada anteriormente, vais a tener la oportunidad de desarrollaros y vuestra vida va a dar una vuelta de 360º.

Probablemente muchos temáis ese cambio, porque "buah", es que ya es vuestro futuro, y es un cambio repentino. Es normal, perfectamente normal, y no debéis sentiros mal por sentir ese miedo, sino reunir la fuerza y el aplomo para superarlo. Además, os diré que no es para tanto.
Esa importancia que dais a sacar muy buenas notas y a Selectividad no es real. Es una prueba, sin más, como cualquier otra, y cuando pase el tiempo suficiente, hacedme caso que la miraréis con añoranza y ternura diciendo "Pero que idiota por tenerle tanto miedo". 
Lo importante y esencial que vais a aprender de todo eso es el trabajo duro, el hacer exámenes, y por supuesto si lo hacéis bien, aprender el temario. Si hacéis las cosas con tranquilidad y bien, llegaréis sin problema, haced caso. No dejéis que el pánico os supere.

Por otro lado, tampoco creáis que va a ser un camino de rositas, os recuerdo, aunque sé que queréis olvidarlo, la existencia del grupo a). Ese grupo corresponde a la gente que se cree que es un pez gordo. Por supuesto que eres un pez gordo, claro, en un estanque pequeño. Y te recuerdo que los otros peces pueden crecer... y superarte. Y es que chicos, el trabajo duro y la dedicación, el saber afrontar bien las cosas al final se acaba premiando. Y vamos, yo estoy hablando aquí por petición de Carmen, pero tampoco es que yo fuese (ni de lejos) lo que os estoy diciendo que debéis ser. A mí me han pegado de leches lo que no está escrito, pero he tenido la cabeza suficiente como para decir: bueno, o hago algo o mis padres van a tener que pagarme matrículas hasta que las puedan pagar mis hijos...

Para esto quiero felicitaros, porque pertenecéis al Colegio Chamberí, y eso, aunque muchos creáis que no, ayuda. Tenéis un colegio maravilloso al que yo realmente aprecio. No sólo contáis con un profesorado muy bien cualificado sino que además se preocupa por vosotros, con el que podéis acercaros y hacer migas, pedir ayuda... y os la van a dar. Profesores que se interesen por vosotros sin que preguntéis, aunque se hagan los duros (porque se lo hacen, creedme), y eso ni lo vais a tener en la Universidad, ni en muchos, pero cuando digo muchos es muchos, otros colegios. Tenéis profesores que no sólo se van a preocupar de enseñaros el temario y ya está, sino que van a buscar que seáis personas con las que se puede mantener una conversación, y eso no es lo común, vivís en una burbuja y lo descubriréis cuando pase el tiempo. Y bueno, sé que las instalaciones no son lo mejor del mundo, pero tampoco están tan mal, no seáis pesados, yo tengo literalmente dos agujeros en el techo de mi clase que dan a un vacío oscuro, representando mi futuro. Ni siquiera hay calefacción, para que veáis.

Otra cosa que debéis saber es que lo que estudiáis es una chorrada en tamaño, y además os lo dan todo hecho, agradecedlo. ¿Os acordáis de cuando ponéis los ojos en blanco al oír a los de primero de la ESO quejarse porque su temario es mucho? Bueno, pues eso sigue pasando según creces. Y no sabéis lo que es buscaros vuestros propios apuntes. Acabas desarrollando una ligera paranoia con leer toda la bibliografía y meterla en tus apuntes. Trabajad duro en lo que tenéis ahora chicos, no hagáis como yo.

En resumen, que la Universidad os espera, y sabed que os va a acabar encantando. Vais a aprender un montón, y si no os gusta vuestra carrera, vais y os cambiáis, que para eso somos jóvenes y nuestro objetivo ser felices, haced lo que queráis. Haréis nuevos amigos, creceréis y os lo pasaréis genial. Os pondrán la zancadilla y os vais a tragar algunos golpes, pero las cicatrices molan un montón, anda ya. Aprovechad estar en el colegio en el que estáis, y trabajad duro para allanaros el camino, pero recordad, un pez nunca debe dejar de crecer...



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