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lunes, 7 de noviembre de 2016

¿Miedo a la reválida?

Me pregunto cuál es la verdadera razón para ese rechazo unánime a que los alumnos realicen un examen de reválida.

Les pregunto a mis alumnos y la respuesta es: ¿y qué pasa si suspendemos? No nos pueden dejar de dar el título de bachillerato!!

Puedo entender a los alumnos ya que por su edad e inexperiencia se resisten a enfrentarse a situaciones cuyo éxito o fracaso depende, en gran medida, de su esfuerzo. 
Desgraciadamente se les ha acostumbrado a buscar razones ajenas a ellos mismos cuando no consiguen sus objetivos..o los objetivos de sus padres, en lugar de enseñarles a preguntarse ¿en qué he fallado? ¿qué puedo mejorar, que puedo hacer para "ganar" la próxima vez?

Pero ¿Y los padres? Los padres deberían querer preparar a sus hijos para la vida real. En la vida real hay fracasos y éxitos. Y las personas deben saber asumir y gestionar los sentimientos que se producen en ambos casos. Este aprendizaje debe hacerse desde pequeños. Paulatinamente los chicos deben enfrentarse a retos, esforzarse para superarlos...y gestionar el resultado obtenido sin dramatismos ni euforias excesivas.

No creo que exista ni una sola persona en el mundo que no haya "fracasado" alguna vez. Lo importante no es caer, es saber levantarse y continuar. ¿Cómo piensan los padres que sus hijos van a aprender a hacerlo si se empeñan en quitarles del camino todas las posibilidades de probarse, todas las posibilidades de éxito o de fracaso?

Si un alumno suspende una reválida, no pasa nada, hay más oportunidades, se puede volver a presentar! le debe servir para mejorar, para aprender que es capaz de replantearse una situación y superarla.
¿Y si aprueba? ¿Y si aprueba con nota? ¿No le producirá un sentimiento positivo que le hará más fuerte, que le animará cuando se le presente el siguiente reto, otro de los miles a los que tendrá que enfrentarse a lo largo de su vida?

El conocimiento, saberse capaz de afrontar y superar desafíos, saber buscar alternativas para gestionar situaciones, es clave en el manejo de la propia vida. Eleva la autoestima, afianza la seguridad y la credibilidad en uno mismo.

Nuestros jóvenes nunca adquirirán estas habilidades si les quitamos del camino cualquier "piedra" que pueda aparecer.

Pienso que, con esta actitud paternalista, engañamos a los jóvenes, engañamos a los alumnos, engañamos a los hijos. La vida les pondrá ante dificultades y nosotros no les habremos educado para gestionarlas y superarlas.
Tantos jóvenes depresivos, estresados, sin ilusión...en el mejor momento de sus vidas y teniendo todo a su favor ¿por qué? ¿será que les hemos protegido tanto que ante el menor atisbo de dificultad se desmoronan?

Lo que más me sorprende es que, sin embargo, en el mundo del deporte todos entienden que hay que superar pruebas para seguir avanzando. Y las superan con alegría y esfuerzo. 
Como me gustaría que se aplicara el mismo rasero a los estudios, tanto por parte de los alumnos como de los padres!

Los estudios, las competencias y habilidades que fomentan; la fuerza de voluntad, la organización, el trabajo personal, el razonamiento, la capacidad y libertad de pensamiento...serán claves en la vida de la persona. ¿Qué padre no quiere que su hijo sea fuerte para dirigir su propia vida? ¿Qué padre no quiere que su hijo sea feliz? ¿Y cómo creen que lo van a conseguir?

Una reválida no es nada, es un examen externo que si se suspende se puede volver a hacer ¿tanta importancia tiene? ¿realmente hay que dramatizar el tema, como si un alumno que se presentara a una reválida estuviera jugándose su vida entera? Es un examen, nada más!!! Como los miles que va a tener que seguir haciendo a lo largo de su vida, como las miles de pruebas que va a tener que afrontar...La reválida no es una rémora, es un ensayo, una inversión en el futuro.
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